“¿Acaso no te he escrito palabras excelsas, con consejos y conocimiento; para hacerte saber la certidumbre de las palabras de VERDAD, a fin de contestar palabras de VERDAD a los que envían preguntas?” Proverbios (Mishlé) 22:20-21
Preguntemos a la blanca paloma presente en los tiempos más relevantes y exultantes de la creación... Ella acompañó al tiempo ausente y al presente después que la tierra se empapara por cuarenta días con las aguas puras de la redención, por causa de la simonía desmedida de los hombres y las criaturas de la tierra. La humanidad estaba en una involutiva moralidad, que atentaba directamente contra Di-s y Su creación.
La paloma es una de las aves que el Eterno creó, dándole al sentido del oído la capacidad de detectar frecuencias muy sutiles, capaz de saber que habrá tormenta mucho antes que la mayoría de los otros animales. Ella ha sido protagonista en los episodios más importantes descritos en las Santas Escrituras. Uno de ellos fue cuando Noah la envió para chequear si podrían desembarcar del Arca, puesto que la lluvia había cesado, más todo seguía inundado. Ella fue y regresó con una rama verde en su pico, trayendo la buena nueva que podían salir de la nave.
En aquel momento, cuando el Eterno hablaba contigo en ese hermoso lugar dimensionado en otro plano fuera del planeta tierra; antes de que fueras insuflado en el vientre materno, la paloma escuchaba atentamente, posada en una rama del árbol central del Gan Edén, y desde allí escuchó cuando el Eterno te dijo a ti; sí a ti. ¡Busca en mi Libro Eternal; allí encontraras TODAS LAS RESPUESTAS, A TODAS LAS PREGUNTAS que hacen los habitantes de la tierra!
La Guemará nos dice que Herodes mandó a matar a todos los sacerdotes descendientes de Aarón, por temor a ser destituido; y el único sacerdote que quedó fue Yohanan Amagdil, hijo del sacerdote Zacarías. Precisamente fue este sacerdote Yohanan el que sumergió a nuestro Santo Ribi Yeshua en la mikve.
¿Cómo se hacia el cambio o transferencia de un sumo sacerdote a otro sacerdote?
Esto acontecía únicamente después de Sucot en Otoño, siendo esta la única fecha en que se cambiaba el servicio de los sacerdotes en Eretz Israel. El sacerdote que iba a salir, purificaba al que iba a entrar; se acercaba a él y le recitaba al “oído derecho” el Nombre del Eterno, de tal manera, que al nuevo sumo sacerdote le tocaba consagrar las siete fiestas del Eterno.
Esto es exactamente lo que hizo Yohanan con Yeshua. Ahora bien, si este era el Mashiaj esperado, una paloma blanca debía descender sobre él, como señal icónica de parte del Eterno, que este era el Mashiaj esperado. De manera que esto fue lo que aconteció con Yeshua y confirmó la profecía, ya que la paloma blanca se posó a corta distancia de su cabeza. Este evento le puso el sello de autenticidad a la evidencia escrita, por lo tanto, las mismas Escrituras testimonian que sólo Yeshua califica como Mashiaj... ¡y nadie mas!
El Eterno en su exquisita y delicada misericordia nos enseña como el Buen Sembrador deposita la semilla de Su conocimiento y Sus pensamientos en la mente de los hombres. Pero los hombres difícilmente reconocen que los dones y talentos vienen de lo alto, del Padre de las Luces. ¿Acaso El que creó los cielos, la tierra, las galaxias y los universos no les dio a los hombres las formulas, ecuaciones, cálculos y estrategias científicas para que estos entendieran cuál es el origen de lo creado y quién es Su creador? Y de esta manera, lo dieran a conocer a toda la humanidad. Pero... ¿Dónde quedó Su crédito y Su gloria? ¿Dónde está Su derecho de Autor?
Un ejemplo de ello lo encontramos en la historia que narra sus epopeyas universales dejando una vacuidad de testimonios en el tiempo que callan la gloria del Eterno. En la filosofía griega, en el siglo III antes de la era común, la Astronomía Helenística con Eratóstenes, estableció como un hecho la esfericidad de la tierra. Pero el Eterno, miles de años antes que él naciera, ya había escrito en el Libro de la Luces: la Tora, los Profetas y el Asofer Hamaljutí, la redondez de la tierra para el conocimiento de toda la humanidad.
“El que está sentado sobre el CÍRCULO de la tierra...” Isaías (Yeshayahu) 40:22
Pero no nos detengamos aquí, revisemos minuciosamente otros acontecimientos que están escritos en las Sagradas Escrituras. Podemos ver los pensamientos del Eterno como revolotean, orientan y descubren todo un mundo de hechos científicos sustentados matemáticamente. Grandes hombres han pasado por la tierra y han dejado una estela de evidencias que muestran la intervención divina y terrena de la acción del Eterno en sus vidas. Estos descubrimientos son justamente los mismos hallazgos que testifican a favor de Aquél que está sentado en el Trono de la Gracia y a quien le plació compartir con los hombres Su sabiduría e inteligencia para que lo conozcamos a Él; y así juntos, hagamos de este planeta y los universos, el hogar donde descansan las alas de la bondad que arropan Su Amor que no descansa...
Entre los científicos, físicos y astrofísicos mas relevantes de este siglo encontramos a Albert Einstein; Stephen Hawking; Michio Kaku; Clauser y Anton Zeilinger; y muchos más. Sus teorías como la de la relatividad, la teoría cuántica, la teoría de cuerdas, el Big Bang están siendo puestas en practica en estos momentos, y otras teorías que aun no han nacido.
Albert Einstein dijo: “Me cuesta creer que haya detrás una inteligencia superior que lo haya creado con un objetivo que incluye al ser humano.” También dijo: “Para mi, la palabra “dios” no es más que la debilidad humana; la Biblia, una colección de leyendas venerables, pero bastante primitivas.”
Es importante hacer la salvedad que en sus últimos momentos de vida, Einstein reconoció que detrás del vasto universo debe existir una fuerza superior. Y si nos tomamos el tiempo para analizar con lupa a cada uno de estos científicos, descubriremos un mundo preñado de egos ultra-exacerbados y llenos de una ignara e ignominiosa vastedad de argumentos sin sustento, que se desmoronan entre sí frente a la magnificencia de la creación y Su Hacedor. Vemos con profunda tristeza como se olvidan tozudamente, que estamos frente a dos mundos paralelos, innegables e inseparables; el físico y el espiritual. Sin embargo, no funciona ninguna teoría anclada en lo cientificista solamente o en lo espiritual por separado; es como pretender mantener el equilibrio de una mesa rectangular con tres patas, y ponerle peso al lado faltante sin que esta se caiga.
Te invito a sumergirte en las aguas abundantes de las Escrituras y aprendamos a ver desde la óptica del Eterno, la grandeza de Su Gloria.
“Truena Dios maravillosamente con su voz, él hace grandes cosas, que nosotros NO ENTENDEMOS.” Job (Iyob) 37:5
“Acaso tú atas las ligaduras de las Pléyades o los lazos de Orión desatarás? ¿Acaso sacarás las constelaciones en su tiempo, y a las Osas con sus hijos guiarás? ¿Acaso conoces las leyes del cielo? ¿Acaso tú pones su vigilancia en la tierra? Job (Iyob) 38:31
Finalmente traeremos el vuelo de este Mishlé que dice: “...para hacerte saber la certidumbre de las palabras de VERDAD.”
Ahora bien, desnudemos la palabra VERDAD en el idioma hebreo אמת - Emet. Esta palabra es un acróstico que reúne el propósito del Eterno aquí en la tierra.
El número 9 es como el amor del Eterno, se multiplica y no se contamina, se mantiene incólume. El número 9 es el número de la VERDAD, pues al multiplicarlo siempre se reproduce a sí mismo. La filosofía y las religiones dicen: El número 9 nunca deja de ser lo que es. El número 9 son los meses que una criatura está en el vientre de su madre. Dentro de la Qábala 9 representa la victoria y el triunfo. El Poder de Di-s, el amor, la sabiduría también se representan con el número 9.
“Yeshua dice: “Anojí baDerej, veEmet, veHaJayim”. Nadie viene al Padre sino por mí.”
“Yeshua dice: “Yo soy el camino y la VERDAD y las vidas”. Juan (Yohanan) 14:7
“Porque es bueno el Eterno, para siempre es su misericordia y por generaciones es su VERDAD.” Salmo (Tehilim) 100:5
“Y conoceréis la VERDAD, y la VERDAD os hará LIBRES.” Juan (Yohanan) 8:32
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