Un proverbio: el León

“El león, el valiente de los animales, no retrocede ante ninguno.” Proverbios (Mishlé) 30:30

El nombre científico del león es “pantera leo”. Es uno de los animales salvajes más conocidos y temidos por la humanidad por su fiereza; pero también admirado y representado en símbolos, relatos en la realeza, esculturas tales como íconos de grandes reinados. La humanidad ha tenido contacto con leones desde tiempos ancestrales, y ha visto en ellos un símbolo de nobleza, ferocidad y masculinidad. En los antiguos relatos lo podemos ver en banderas, escudos, tronos, etc. El león transmite sabiduría, tranquilidad y concentración a la vez que nobleza y valentía.

El rugido del león es el más fuerte y prominente de todo el reino animal; de aquí se desprende su calificativo de “el rey de la selva”.

El león herido es símbolo de coraje y tenacidad, un recordatorio de que incluso, en los momentos más difíciles, hay esperanza y la posibilidad de superar las dificultades.

También lo encontramos morando dentro de las Sagradas Escrituras paseándose por los pasajes exegéticos de la Tora, para contarnos sus trascendentes aventuras. El león tiene una estrecha y extraña analogía con nuestro Santo Ribi, su Majestad electo, Yeshua HaMashiaj.

Por ser un cuadrúpedo, el león hace referencia a las cuatro patas del trono donde se sentará el Redentor, el Mashiaj esperado por segunda vez. La primera vez vino con un rol sacerdotal, y en la segunda y última venida, vendrá como el Monarca, el Rey, el León de Judá, nuestro Santo Ribi Yeshua HaMashiaj.

“Detrás del Eterno irán, como el león rugirá. Cuando él rugiere, se estremecerán para salir de Egipto y como una paloma para salir de la tierra de Ashur, y los haré habitar en sus casas, dice el Eterno.” Oseas (Hoshea) 11:10-11

El Mashiaj herido en el madero y con sus llagas en carne viva parecían bocas ensangrentadas y silentes que clamaban vida en medio del silencio de la muerte... Aún así pedía clemencia por sus verdugos y por toda la humanidad...

“Y Yeshua decía: “Padre concédeles selijah (perdón) porque no tienen la menor idea de lo que están haciendo.” Lucas (Hilel) 23:34 Código Real (Asofer Hamaljutí)

Quiero hacer un paréntesis para aclarar que al Mesías NADIE le quitó la vida. Ni el Imperio Romano invasor; ni el Sanedrín imperante en aquella época; ni el mismo infierno que se levantó contra él para robar su vida. Él la entregó en su excelsa voluntad con la anuencia Divina de su Padre Celestial... ¡El Eterno!

“Por esto me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo la pongo de mi propia voluntad para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.” Juan (Yohanan) 10:17-18 Código Real (Asofer Hamaljutí)

Hombre valiente representado por un león, símbolo de Redención de la Era Mesiánica. El león con toda su fiereza se queda corto al lado de este Hombre Gladiador de la Tora que se ofreció en sacrificio de muerte, para que tú y yo alcanzáramos la inmortalidad perdida de la vida eterna...

“Y clamó a gran voz como rugido de león; y cuando gritó, activó las voces de siete truenos los cuales emitieron sus propias voces.” Apocalipsis (Visiones de Elohim) 10:3 Código Real (Asofer Hamaljutí)

El rugido ancestral del León de la Tribu de Judá se escucha a lo lejos para entrar en acción con la corona real de Redención, una intervención Divina y genuina estremece los cimientos de la maldad junto con sus ejecutores, que no escaparán de la justicia del Todopoderoso, el Elohim de los ejércitos unido con nuestro Santo Ribi, su Majestad electo, Yeshua HaMashiaj.

“Pero uno de los jueces me dijo: “No se aflija tu neshamah: he aquí que el león de la tribu de Yehudáh, la raíz de David, venció para romper los siete sellos y abrir el rollo.” Apocalipsis (Visiones de Elohim) 5:5 Código Real (Asofer Hamaljutí)