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Tehilim 1

En medio de las páginas sagradas de los Salmos, el Salmo 1 destaca como un faro de sabiduría que nos invita a reflexionar sobre la elección de nuestros caminos en la vida cotidiana. El Árbol que Florece: Un Símbolo de Vida Plena Imagínate como un árbol, arraigado junto a un arroyo de aguas frescas. Este árbol, al igual que nosotros, encuentra su fuerza y vitalidad en las enseñanzas de la Torá, la sabiduría divina. Al sumergirnos en estas aguas espirituales, nos convertimos en seres arraigados, capaces de dar fruto en el tiempo adecuado. La vida plena se asemeja a un árbol que florece, ofreciendo sus frutos en cada estación. La Dispersión del Tamo: Un Aviso sobre las Elecciones En contraste, el Salmo nos advierte sobre el destino del tamo, la paja liviana dispersada por el viento. Aquí, vemos un recordatorio de la fragilidad de vivir sin propósito, alejados de las enseñanzas divinas. Optar por un camino desvinculado de la ética y la rectitud puede llevar a una existencia efímera y desordenada. Lecciones para la Vida Cotidiana: Sabiduría Práctica La enseñanza del Salmo 1 no es solo una reflexión teórica, sino una guía práctica para nuestras vidas diarias. Nos insta a elegir conscientemente seguir el camino de la justicia y la sabiduría, arraigándonos en valores que resisten las tormentas de la vida. En nuestro día a día, ¿nos sumergimos en las aguas de la verdad y la bondad, o permitimos que la distracción y la superficialidad dispersen nuestra atención? El Salmo 1 nos recuerda que cada elección cuenta, y que la verdadera felicidad se encuentra en vivir una vida conectada a principios más elevados. Conclusión: El Camino Hacia la Felicidad Duradera En el Salmo 1 encontramos una receta simple pero poderosa para la felicidad duradera: arraigarnos en la sabiduría divina, vivir con rectitud y ser conscientes de nuestras elecciones diarias. Siguiendo este camino, nos convertimos en árboles que florecen, ofreciendo frutos de amor, compasión y justicia a quienes nos rodean. Que el eco de este Salmo resuene en nuestra vida diaria, recordándonos que cada paso que damos en el camino de la virtud nos acerca a una existencia plena y significativa.


Hebreo

אַשְׁרֵי הָאִישׁ אֲשֶׁר לֹא הָלַךְ בַּעֲצַת רְשָׁעִים וּבְדֶרֶךְ חַטָּאִים לֹא עָמָד וּבְמוֹשַׁב לֵצִים לֹא יָשָׁב

כִּי אִם בְּתוֹרַת יְהוָה חֶפְצוֹ וּבְתוֹרָתוֹ יֶהְגֶּה יוֹמָם וָלָיְלָה

וְהָיָה כְּעֵץ שָׁתוּל עַל פַּלְגֵי מָיִם אֲשֶׁר פִּרְיוֹ יִתֵּן בְּעִתּוֹ וְעָלֵהוּ לֹא יִבּוֹל וְכֹל אֲשֶׁר יַעֲשֶׂה יַצְלִיחַ

לֹא כֵן הָרְשָׁעִים כִּי אִם כַּמֹּץ אֲשֶׁר תִּדְּפֶנּוּ רוּחַ

עַל כֵּן לֹא יָקֻמוּ רְשָׁעִים בַּמִּשְׁפָּט וְחַטָּאִים בַּעֲדַת צַדִּיקִים

כִּי יוֹדֵעַ יְהוָה דֶּרֶךְ צַדִּיקִים וְדֶרֶךְ רְשָׁעִים תֹּאבֵד


​Transliteración

Ashrê haish asher lo halach baatsat reshaim, uvdérech chataim lo amad, uvmoshav letsim lo iashav

Ki im betorat Adonai chef’tso uvtorato iegue iomam valaila

Vehaia keets shatul al palguê máyim, asher pirio yiten beito vealehu lo yibol, vechol asher iaasse iats’líach

Lo chen hareshaim, ki im camots asher tidefenu rúach

Al ken lo iacúmu reshaim bamishpat, vechataim baadat tsadikim

Ki iodêa Adonai dérech tsadikim, vedérech reshaim toved


Español

1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni se sentó en silla de burladores;

2 antes en la ley del SEÑOR es su voluntad, y en su ley pensará de día y de noche.

3 Y será como el árbol plantado junto a arroyos de aguas, que da su fruto en su tiempo; y su hoja no cae, y todo lo que hace, prosperará.

4 No así los malos, que son como el tamo que arrebata el viento.

5 Por tanto no se levantarán los malos en el juicio; ni los pecadores en la congregación de los justos.

6 Porque el SEÑOR conoce el camino de los justos; y el camino de los malos se perderá.




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