La figura del Rabino Shaul de Tarso, conocido como Pablo, es quizá la más controvertida e incomprendida del Nuevo Testamento. Por un lado, la doctrina cristiana lo convirtió en el principal promotor de una nueva religión abortando su judeidad. Por el otro, es visto cómo un traidor por el judaísmo de hoy en día, pues se entiende como el Creador de la religión que enfilaría sus saetas contra el pueblo judío en el transcurso de la historia.
Se calcula que su nacimiento fue entre los años 5 y 10 D.M., en la ciudad de Tarso (actual Turquía) y murió sobre el año 67-68 en Roma. Tenía concedida la ciudadanía romana por su lugar de nacimiento (Hc 22:22-29) más era de padres hebreos y vinculado a la línea farisea, esto lo atestigua él mismo en Fl 3:5: “…circuncidado el octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo”.
De joven, Shaul se trasladó a Jerusalén para formarse cómo Rabino bajo la dirección del importante Rabino Gamaliel HaZeken, quien era nieto de Hillel, el gran sabio judío del siglo I A.M. Formado entre los grandes sabios de Jerusalén, Shaul estaba forjando en sí mismo su futuro, ya que más adelante su vida daría un giro fundamental de 180 grados para ser encomendado por el mismo Mesías en una misión titánica: enseñarles a los gentiles sobre el Dios de Israel, exhortarlos a abandonar sus ídolos y acercarlos al Di-s hebreo por medio de su Mesías Yeshua.
El libro de Hechos registra al joven Shaul por primera vez en la ejecución del discípulo Esteban, sería Shaul el encargado de supervisar su muerte. Esta etapa de su vida estaba enmarcada por el profundo celo y temor de Di-s que tenía. Dado su corte fariseo, se resistía a la idea que el pueblo judío se viera afectado por la idea de un falso mesías, así que éste celo lo llevó a declararle la guerra al movimiento fundado por Yeshua y sus emisarios, estaba empecinado en alcanzar al último de ellos para encarcelarlos y de ser posible llevarlos a juicio para borrarlos de Israel. Dada la formación académica de Shaul sería imposible que alguien lograra persuadirle a creer en Yeshua como el mesías, estaba cegado por el celo a Di-s, así que el mismo Mesías Yeshua ya resucitado se le presentaría mientras iba de camino en una de sus misiones contra el movimiento de los judíos mesiánicos. Shaul no pudo contener su impresión ante el Mesías, su alma entera sería confrontada en ese momento y en ese mismo instante comenzaría su transformación. Mientras sus ojos físicos eran cegados por la presencia de Yeshua, los ojos de su alma serían abiertos a la verdad, Yeshua, aquel joven del que tanto hablaban y del cual se había empeñado en borrar su nombre, se le presentaba, no en sueño, no en visión, en la misma claridad del día, para demostrarle que Él era el mesías profetizado en las escrituras, aquel del que habló Moisés.
Es importante entender que para este momento el mensaje de salvación en Yeshua, no había sido llevado a ningún gentil, el nuevo testamento vino a existir siglos después de su muerte, así que la misión de Shaul encomendada por el Mesías mismo sería el de ir a los pueblos no judíos por primera vez en la historia de Israel y enseñarles las escrituras hebreas (Antiguo Testamento) y con ellas demostrarles que sus ídolos no eran nada y que el único Di-s verdadero era el de sus antepasado Abraham, Isaac y Jacob. La orden de Yeshua para el joven Shaul era clara, acercar a los gentiles para que fueran injertados en el Olivo Natural (Israel) por medio de Yeshua, aceptándolo como el Mesías que los limpiaría de todos sus pecados y les permitiría alcanzar la vida Eterna juntamente con el pueblo escogido de Di-s.
Así la vida de Shaul se pasaría entre largos viajes, llegando a cada rincón del viejo mundo para llevar el mensaje del Di-s verdadero y su mesías. Su vida ahora estaba puesta constantemente en peligro, sería el objetivo de sus viejos compañeros de estudio, había abandonado el partido judío fariseo para sumarse a los miles de judíos que día tras día llenaban las filas del movimiento judío mesiánico en Israel.
En Cesarea, Shaul tuvo una audiencia ante Félix, el gobernador romano. En esos días Shaul había sido acusado de traición, herejía y sacrilegio. Durante dos años estuvo en Cesarea esperando una audiencia final dado que la primera no tuvo ningún dictamen. Cuando Félix fue llamado a Roma, Shaul permaneció en prisión. Aproximadamente en el año 60, Félix fue substituido de la silla de gobernador por Porcio Festo, quien queriendo hacer un favor a las autoridades judías que manejaban el templo, quiso que Shaul enfrentara un juicio en Jerusalén. A esto se opuso Shaul, sabiendo que los Saduceos y Fariseos no deseaban darle un juicio justo. En cambio, apeló a César, lo cual era su derecho como ciudadano romano y dicha apelación fue concedida.
Probablemente en el año 67 ó 68, Rav Shaul fue arrestado por segunda vez y llevado de nuevo a Roma, allí su condición fue totalmente restringida, fue encadenado y se le prohibió predicar abiertamente. Cuando llegó el momento del juicio nadie se paró en defensa suya. Cuando su caso fue presentado a una segunda audiencia, Shaul sintió que su ministerio terrenal estaba llegando a su final.
La muerte parecía inminente, Shaul había luchado la buena batalla, había terminado su recorrido, había mantenido la fe; había ganado aquella corona de justicia que es reservada para todos los que guardan la fe y perseveran hasta el fin.
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