La Santidad no es simplemente un asunto de “lugar” y “tiempo”, es un “todo integral”, incluso, algo tan simple y secular como “comer”, debe ser visto como un momento especial, hermoso y de bendición para toda la familia. Si miramos cuidadosamente a las Escrituras en lo relacionado con las Instrucciones de Kashrut, veremos que constantemente se relacionan con una experiencia de santidad divina.
Por ejemplo, en Levítico 11:44-47 se nos dice:
“Porque yo soy HaShem vuestro D´s; vosotros por tanto os santificaréis, y seréis santos, porque yo soy santo; así que no contaminéis vuestras personas con ningún animal que se arrastre sobre la tierra. Porque yo soy el Eterno, que os hago subir de la tierra de Egipto para ser vuestro D´s: seréis, pues, santos, porque yo soy santo. Esta es la ley acerca de las bestias, y las aves, y todo ser viviente que se mueve en las aguas, y todo animal que se arrastra sobre la tierra, para hacer diferencia entre lo inmundo y lo limpio, y entre los animales que se pueden comer y los animales que no se pueden comer”.
Como es evidente del texto, la razón principal para seguir las reglas alimenticias es la santidad, por lo que cuando guardamos las Leyes de Kashrut, según D´s, “nos santificamos” como D´s es Santo.
También significa que dejar introducir en el cuerpo que es Templo del Espíritu lo que D´s prohíbe, es una forma de “contaminarnos” y D´s no quiere que nos contaminemos, sino que seamos “santos” como El es Santo.
En este capítulo se nos da una LISTA para que sepamos qué es lo inmundo y qué es lo limpio y para que sepamos también qué animales se pueden comer y qué animales no se deben comer. De esto aprendemos que la santidad no es amar a D´s y hacer lo que uno quiera, sino lo que a D´s le agrada. En ese proceso muchas veces uno tiene que “negarse a uno mismo” para poder alcanzar el propósito por el cual D´s nos ha dado todas estas instrucciones de Kashrut.
Siempre recuerda esto: es la Palabra de D´s lo que santifica los alimentos, declarando que es permitido o inapropiado y que es prohibido o inapropiado para Su pueblo.
La alimentación apropiada es clave para una salud apropiada y el resultado es un cuerpo sano y mucho más eficiente para cumplir la misión que nos ha sido entregada. Lo que uno come viene a ser parte del organismo y ello alimenta el alma, la mente y el espíritu del hombre.
No sabemos cómo es posible que lo que comemos que es material, sirva para sostener el alma que es espiritual. Pero lo hace. Y la evidencia es que si dejamos de comer, el alma se va del cuerpo y nos morimos. Así una de las causas por las que el hombre puede morir, es por falta de
nutrición apropiada.
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