La Parashá Tetzavé, que se encuentra en el Libro del Éxodo (Shemot) 27:20 – 30:10, ofrece una mirada profunda al servicio sagrado en el Tabernáculo, así como a las vestiduras ceremoniales que visten los sacerdotes. En este relato, HaShem establece los estándares para el servicio divino y la santidad en la vida cotidiana del pueblo de Israel.
En esta porción de la Torá, HaShem instruye a Moisés sobre la importancia del aceite puro de oliva, que se utiliza para mantener encendida la llama perpetua del candelabro en el Tabernáculo. Este acto simboliza la presencia constante de HaShem en medio del pueblo, iluminando su camino y brindando calidez a sus vidas.
Además, la parashá detalla las prendas especiales que deben usar los sacerdotes, encabezados por Aarón, el sumo sacerdote. Estas vestiduras, incluyendo el efod, el pectoral y la mitra, no solo representan la dignidad y la autoridad de los sacerdotes, sino que también simbolizan la conexión entre el pueblo de Israel y HaShem. Cada detalle, desde los materiales hasta los colores, está cuidadosamente diseñado para reflejar la santidad y la pureza que se requieren en el servicio divino.
Asimismo, la Parashá Tetzavé destaca la importancia del altar de incienso, donde se quema una mezcla especial de especias (Ketoret) para producir una fragancia agradable a HaShem. Este acto de ofrenda simboliza la elevación de las oraciones y los deseos del pueblo hacia el Eterno, creando así una conexión espiritual más profunda entre HaShem y su pueblo.
En última instancia, la Parashá Tetzavé nos recuerda la importancia de la santidad en nuestras vidas diarias. A través del servicio sagrado en el Tabernáculo y el uso de vestiduras ceremoniales, aprendemos que cada acto, por más mundano que parezca, puede convertirse en una expresión de nuestra devoción a HaShem. Al seguir los mandamientos divinos y buscar la pureza en nuestros pensamientos y acciones, podemos acercarnos más a HaShem y vivir una vida llena de significado y propósito.
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