El nombre de la parashá de esta semana, Terumá, significa “ofrenda”, una ofrenda para un propósito público y sagrado. Normalmente se elevaba antes de entregarla. De ahí que se conoce también como “ofrenda elevada”, indicando con eso que era una parte de su propiedad de la cual se desprendían con amor para ofrecerla a Eloha quedando así separada para uso sagrado.
Cuando nuestro pueblo salió de Egipto, el Eterno realizó en unas horas la más grande transferencia bancaria nunca antes vista. Tomó todos los tesoros de Egipto y los depositó en la cuenta de ahorro de Su pueblo, por pago de jornales adeudados por más de 200 años de esclavitud, incluyendo los intereses retroactivos que fueron aplicados.
De esta forma, todo el oro, la plata, el bronce, piedras preciosas, pieles, lana, madera, aceites, especias etc., que había en Egipto, fueron transferidas al pueblo de Israel. Luego, de todo lo que él mismo había dado a Su pueblo, el Eterno pide una “ofrenda” voluntaria para que los hijos de Israel le construyan una morada donde el Baruj Jú pueda habitar en medio de ellos. ¡Qué ejemplo de bondad y humildad! Nos lo entrega todo y después de proveernos de todo, nos pide una porción voluntaria para bendecirnos aun más con Su Presencia.
El mensaje es evidente: La verdadera riqueza de los hijos de Israel no es el oro, ni la plata, sino la Presencia Divina residiendo en medio de Su pueblo. Si hay una generación que requiere descubrir de nuevo ese mensaje es la nuestra.
La parashá muestra con claridad meridiana el propósito por el cual un Santuario debe ser construido. Por tanto, se pide que todos los que tengan un corazón generoso para este propósito (La revelación de la Shejinah) ofrenden voluntariamente, oro, plata, cobre, pieles, etc.
Se describen las diferentes partes del Santuario, sus dimensiones y formas así como los materiales que deben ser usados en su confección. En total, quince tipos de ofrendas son requeridas, desde el oro hasta piedras preciosas. David luego escribirá 15 Salmos de Ascensión (120-134) por el mérito de estos quince tipos de ofrendas.
Se le muestra a Moshé y solamente a Moshé el modelo que debe seguir, así como las características de cada pieza, modo de ensamblar, desmantelar, transportar y armar de nuevo mientras el pueblo viaja por el desierto. En esta sección se le pide a Moshé que construya diez muebles para el Tabernáculo. El Arca, la Cubierta del Arca, los dos querubines, la Mesa de los Panes, el Pan de Proposición. La Menorah. Las paredes. Las cortinas divisorias. El Altar de Bronce y el Atrio.
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