La parasháh concluye nuestra lectura del primer libro de las Sagradas Escrituras. Es la parashá número doce. La primera palabra de esta sección es “Vayejí” (Vav-yod-jet-yod) que significa “Y vivió”. La última es “Mitzraim” (Egipto). En esta sección se nos narran los últimos 17 años de la vida de Ya’akov (Jacob) en la tierra egipcia. Fueron los años más prósperos de toda su vida. Antes de partir para ser reunido a sus padres, Ya’akov pide a su hijo primogénito de Rajel, Yosef (José) que le haga un juramento. Yosef acepta y queda pactado que su hijo no permitirá que el cuerpo de su padre sea enterrado en Egipto, sino en Eretz Israel (la tierra de Israel). A continuación, Ya’akov bendice a los dos hijos de Yosef, Manasés y Efraim, adoptándolos como propios y en un gesto improcedente, invierte sus manos sobre la cabeza de los dos chicos, haciendo al menor el mayor y al mayor el menor. Una bendición es dada a ambos, pero el menor (Efraim) lleva ahora la mayor responsabilidad de un primogénito de tal manera que proféticamente se perpetúa en él lo que será conocido luego en Israel como La Casa de Efraim o de Yosef.
A continuación, nuestro padre Ya’akov desea revelar a todos sus hijos los secretos de la venida del Mesías al final de los días, pero en el último momento el Cielo se lo prohíbe siendo reemplazado con una extraordinaria bendición sobre cada uno de sus doce hijos, asignando a cada tribu un rol profético único pero que visto en conjunto, constituye todo el plano profético que se desarrollará luego en el resto de las Escrituras. El poder de la palabra profética dada por Ya’akov establece al menos los siguientes roles: Judá producirá gobernantes, legisladores y reyes hasta que finalmente surja el Mesías mismo de sus lomos. Leví, sacerdotes y levitas. Isajar, sabios y doctores de la ley. Zebulum capacidad extraordinaria para hacer navíos y cruzar los mares. Simón, especialista en producir maestros para las escuelas. Gad traerá al mundo soldados y capacidades de estrategia militar. Dan producirá jueces que orienten el destino profético de la nación. Asher será especialista en el negocio del olivo y el pan. Con respecto a Simón y Leví se hace una revisión de su conducta en lo relacionado con ciertos hechos no apropiados de sus vidas (la masacre de Siquem y el complot contra Yosef) y a Reubén (Rubén) se le recrimina su conducta inapropiada en lo relacionado con el lecho de su padre al punto que Rubén perdió la primogenitura la cual es pasada a Yosef. A Naftali se le concede el don del habla para hacer historias y mover la voluntad de los hijos de Israel a fin de obedecer los mandamientos del Eterno. A Yosef (José) se le concede fertilidad, larga vida y prosperidad tanto de arriba como de abajo y a Benyamim (Benjamín) se le otorga la habilidad de desarrollar comandos de asalto contra el enemigo.
Luego de la bendición, Ya’akov muere y un se prepara un extraordinario funeral que incluyó no solamente a los descendientes de Ya’akov, sino también a grandes oficiales del gobierno egipcio y muchos amigos de los hebreos que se le unieron en el la comitiva fúnebre que trasladó el cuerpo de Ya’akov desde Egipto hasta Israel. Esta fue la última jornada de la vida de Ya’akov. El patriarca fue enterrado en la Cueva de Macpelá, en Hebrón, donde descansan los restos de Avraham e Isaac.La parashá continúa la narrativa de la muerte de Yosef en Egipto a la edad de 110 años quien también dio instrucciones a sus hermanos acerca de qué hacer con sus huesos, esto es, llevarlos a la tierra de Israel el día cuando el Eterno sacara de Egipto a su pueblo. Antes de su muerte, Yosef insufló en la conciencia de sus hermanos una palabra que los mantendría fuertes y llenos de esperanza en los difíciles días que vendrían: la inminente redención que les alcanzaría, diciéndoles: “Dios seguramente os visitará y os sacará de esta tierra para llevarlos a la que prometió a Avraham, Yitzjak y Ya’akov”. La parashá concluye narrándonos la muerte de Yosef y como reposó su cuerpo en un ataúd en Egipto, esperando allí hasta el momento de ser llevado por sus hermanos a la tierra de Israel.
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