La Promesa y la Prueba: Un Viaje Espiritual desde Abraham hasta la Redención
El contenido de esta sección es sumamente amplio.
Comienza con la visita hecha por el Eterno a Avraham nuestro padre, mediante tres mensajeros celestiales, uno para anunciar el nacimiento de Yitzak, el otro para destruir a Sodoma y regiones adyacentes y el otro para rescatar a Lot y su familia.
Avraham, a pesar de la molestia evidente de la circuncisión que había realizado en su cuerpo tres días antes, muestra una hospitalidad extraordinaria, ordena preparar comida y sirve la mesa.
El principal de los tres mensajeros da la noticia del nacimiento del hijo de la promesa y el Eterno revela a Avraham lo que estaba planeado contra Sodoma y Gomorra. Avraham intercede por las ciudades hasta que su destrucción final es inevitable.
Lot y su familia son salvados del juicio divino, aunque su esposa, por desobediencia, vuelve sus ojos al fuego y azufre que caían del cielo y el impacto con los rayos nucleares la desintegra, convirtiéndola en una piedra de sal.
Lot, habiendo huido a una pequeña ciudad llamada Zohar, no obstante se refugia luego en el monte y bajo los efectos del vino dado por sus propias hijas, tienen relaciones incestuosas que produjeron las cabezas de dos naciones que vendrían a ser luego archienemigas de Israel: Moabitas y Amoritas.
La Torah nos hablará luego de Avraham, quien no habiendo aprendido la lección en Egipto, expone a Sara a una relación ilegítima, la cual es protegida por la intervención del Altísimo.
Avraham no obstante, oró a Di-os quien sanó a Abimelec y a su mujer y sus siervas, que eran todas estériles y tuvieron hijos.
Sarah concibe en su vientre y dio a luz un hijo a Avraham, el hijo de la promesa, a quien pusieron por nombre Yitzak por la risa de Sarah ante la manifestación del poder de Di-os manifestado en su concepción milagrosa.
Agar e Ismael son echados de la casa de Avraham, Abimelec propone un pacto a Avraham el cual, equivocadamente, acepta, el cual tiene que ser luego reivindicado por la última prueba de Avraham: el ofrecimiento de Yitzak su único hijo como ofrenda del todo quemada para HaShem. Este sacrificio es impedido a última hora, aunque no faltan los intérpretes que afirman que en realidad ocurrió.
De esta prueba final, Avraham proclamará una profecía mesiánica cuando afirma a su hijo: “Di-os se proveerá de cordero para el holocausto” y pasada la prueba, Avraham recibe una nueva revelación de la identidad de HaShem como Adonai-Jiré. La parashah concluye con la confirmación final del Pacto mediante la promesa de la redención final de todo Israel, así como la bendición de la salvación para las naciones gentiles.
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