Una divertida parasha hecha con mucha Emunah y mucho amor para los más pequeños y bendecidos de la casa.
Parasha # 48
Shoftim (Jueces)
Devarim 16:18 – 21:9
Creciendo como los árboles
Shalom Yeladim ve yeladot, qué alegría me da saber que juntos vamos a estudiar nuestra sagrada Torah. La parasha se llama Shoftim, que significa Jueces; en ella HaShem le ordena a Moshé que nombre autoridades, como policía y jueces en todas las ciudades, para que ellos administren con rectitud la justicia del pueblo.
¿Como debían ser estos jueces y policías?
Ellos deberán ser personas honestas, no deben aceptar sobornos.
Tendrán que ser amables, y no tener favoritismos.
Las autoridades deben ser ejemplos en su hogar con su familia, para que sean de ejemplo al pueblo.
Como podemos ver, El Eterno siempre tiene propósitos maravillosos para nuestras vidas y sobre todo para su pueblo Israel. Y para nosotros los niños y niñas que estamos creciendo, que seamos buenas personas.
Quiero contarles la historia de dos niños que fueron al bosque a caminar junto a sus padres. Y se encontraron con varios árboles de manzana, unos tenían frutos y otros se veían muy tristes, sus hojas estaban caídas. Ellos, al ver a un árbol que tenía unas manzanas rojas superhermosas, quisieron cogerlas. Pero ellas estaban un poco altas, los niños se pusieron a pensar como tumbarlas para poder ellos comerlas. Y dijeron vamos a lanzarle unas piedras y si vemos que no caen, pues moveremos al árbol fuertemente hasta que caigan las manzanas. Y sí ellos comenzaron a hacer lo que habían planificado; al escuchar los Padres que los niños lanzaban piedras a los árboles, les dijeron: ¡parad! ¿Por qué hacéis esto? Los niños les dijeron papá, mamá es que queremos comer manzanas.
En seguida los padres los sentaron a su lado y con mucha paz y amor comenzaron a decirles lo que piensa El ETERNO sobre los árboles. Ellos les dijeron, miren niños la sagrada Torah en la Parasha Shoftim, HaShem nos enseña cómo debemos tratar a los árboles.
Primero debemos cuidar los bosques donde estén ellos.
Segundo no debemos derribar, a los árboles frutales, a golpes de hacha, porque ellos sirven para alimentar a las personas y a las aves.
Tercero dice: ¿Acaso el árbol del campo es un hombre para que le impongan la crueldad del sitio?
En cuarto lugar, nos dice: solo podrás derribar los árboles que no te proporcionen alimentos. Con ellos podrás construir tus casas y las defensas para la ciudad.
Los niños se quedaron atentos al relato y con lágrimas en Los ojos, le dijeron a sus padres: Papá y mamá desde hoy en adelante nos convertiremos en los guardianes de los árboles en el bosque, Nunca más le lanzaremos piedras para coger sus frutos. Y cuando bajemos un fruto les daremos las gracias por lo que nos regala.
Les diremos a los otros niños y niñas en el cole, que hemos aprendido a cómo cuidar los árboles.
Que los debemos tener como nuestros amigos, porque sin ellos no podemos vivir. Ellos nos regalan el oxígeno que respiramos y a su vez nos Dan la madera para construir nuestras casas.
Los padres al escuchar a los niños se abrazaron a ellos, les dieron muchos besos y les dijeron: vosotros sois los mejores niños del mundo, les amamos.
Versículo para memorizar:
“Serás como un árbol plantado a la orilla de un río, que extiende sus raíces hacia la corriente y no teme cuando llegan los calores, pues su follaje está siempre frondoso. En tiempo de sequía no se inquieta, y nunca deja de dar fruto”. Yermiyahu / Jeremías 17:8
Hasta la próxima semana.
Shabat shalom lekulam
Un súper abrazo. :)
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