Comienza el mes de Elul, es un mes muy especial donde Di-s esta más cercano a su Pueblo.
El Sexto Mes
Al recordar que recién hemos entrado en el sexto mes de nuestro calendario bíblico, conocido por muchos como Elul, entonces recordamos que este es un mes muy especial.
¿Por qué especial?
Porque es la antesala del séptimo mes cuando tendrán lugar las últimas tres grandes fiestas anuales que el Eterno directamente nos confió: Yom Teruah, Yom Hakipurim y Sucot.
Elul, el sexto mes de nuestro calendario es visto en el Judaísmo bajo la metáfora de un rey que sale al campo para saludar a sus paisanos. Mientras el rey está en su palacio y en su trono, entrar a verlo es muy difícil. Hay que hacer una cita con mucho tiempo de anticipación y esperar que la concedan. Debido a sus funciones reales, un rey tratará exclusivamente con otros de su nivel, príncipes, reyes, embajadores, etc. Es casi imposible conseguir que un simple ciudadano tenga audiencia con su rey. Pero en Elul, el rey abandona su palacio, baja de su trono y sale a pasear al campo y a saludar a sus paisanos. No hay grandes protocolos que seguir, no hay citas especiales, no hay largas colas.
El propio rey se introduce en el campo y abraza a sus súbditos en un encuentro informal y repleto de fraternidad.
Elul entonces es un mes donde se enfatiza la Gracia del Eterno de una manera muy especial. Es un mes donde podemos servir a HaShem sin el protocolo de las 24 órdenes establecidas por David. Un mes donde todos pueden extender su mano y abrazar al rey y compartirle sus sueños y sus deseos y expresarle su amor y cariño.
¿Qué significa esto? Aunque Hashem siempre nos oye, cuando nos acercamos a él apropiadamente, cubiertos por la justicia de Mashiaj, en estos días es como más fácil tener acceso a Su presencia.
Este es un mes donde debes tomar ventaja de la cercanía de nuestro Di-s, debido al anuario que él nos ha dado. Es como si en estos días tu oración subirá mucho más fácilmente, tu servicio será hecho más fácilmente, nuestras obras de justicia ejercidas más fácilmente.
Las tres cosas que habló Yeshua deben por lo tanto ser incrementadas en estos días.
Yeshua dijo: “Cuando hagas obras de justicia”, es decir, Tzedaka.
Yeshua dijo: “Cuando ores”.
Yeshua dijo: “Cuando ayunes”.
Así pues, el ayuno, las oraciones y las buenas obras deberán ser incrementadas en estos días cuando el Rey sale al campo y nos prepara para recibir las últimas tres fiestas del año que se nos acercan. Cada uno de ustedes debe tomar ventaja de esta bendición y como los levitas que servían fuera de turno, ir más allá de su deber, ir más allá del programa escrito y servir al Eterno con un corazón desbordado de amor por él y por Mashiaj.
Moshé comenzó sus cuarenta días de ayuno el primero de Elul y concluyó el día de Yom Hakipurim.
Mashiaj también, comenzó su Avodah a HaShem en Elul, llamando al pueblo a prepararse en arrepentimiento sincero para recibir el regalo de la edad mesiánica.
Es por medio de Mashiaj que las cosas secretas de la Torah comenzaron a ser reveladas a los hijos de Israel. Yeshua inició la edad mesiánica que irá en ascenso hasta su plena manifestación con Mashiaj ben David. En el Judaísmo tenemos el concepto de KINYAN TORAH, es decir, la “Adquisición de la Torah”. Yeshua nos dijo: “Escudriñad la Torah... porque ellas son las que dan testimonio de mí”.
¿Que es Kinyan Torah, este concepto sumamente importante?
Piensa en esto: ¿Qué significa “Adquisición”? Una adquisición tiene lugar cuando un objeto es transferido de la propiedad del vendedor a la propiedad del comprador. Así pues, el objeto cambia de dueño, pero el objeto mismo permanece intacto. Yo tengo este libro, se lo vendo a usted. Ahora es suyo. El libro es el mismo libro, pero el dueño ha cambiado, es diferente, es otro dueño. La Torah no cambia, es la misma siempre. Pero debemos adquirirla.
Es decir, antes de Mashiaj, las cosas secretas del Eterno escondidas en su Torah eran conocidas solamente por algunos profetas. Incluso algunas de esas cosas ni siquiera los profetas las conocieron. Pero Mashiaj abrió una nueva edad para Israel, la edad mesiánica en la cual estamos ya, aunque todavía no en su plenitud. En este sentido, Yehoshua es “Padre Eterno”, es decir, el que ha iniciado una edad que no tendrá final.
En la edad mesiánica, todo el mundo deberá tener acceso a la Torah y a sus enseñanzas. Esto comenzó con los apóstoles, especialmente aquellos designados por Mashiaj para ir a las naciones gentiles y darles a conocer el misterio de HaShem.
“Misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres como ahora es revelado por la Rúaj a los apóstoles y profetas”. (Ef. 3:4-6).
Rav Shaul dijo también:
“Cosas que ojo no vio ni oído oyó, ni mente alguna concibió, son las que el Eterno ha preparado para los que le aman. Ahora bien, el Eterno nos ha revelado esto por medio de su Rúaj...” (1 Cor. 2:9,10).
Así pues, con Mashiaj el servicio de dar a conocer la Torah al mundo comenzó. En previas generaciones, solamente ciertas porciones de la Torah fueron reveladas (Nigleh) pero las cosas profundas de la Torah y de Mashiaj (Penimiyut), fueron accesibles solamente a los apóstoles.
Ahora ha llegado el momento de darlas a conocer a todos los hijos de Israel y a los justos de entre las naciones como anticipo de la conclusión de estos seis milenios que están para terminar. Por dos milenios hemos estado con Torah y con Mashiaj. La hora ha llegado para que cada judío conozca el misterio de Eloha, el misterio de Mashiaj y sea instruido en las profundidades de la Torah con Mashiaj.
Cuando Mashiaj ben David aparezca en las nubes del cielo, con gran poder y gloria, entonces él completará la tarea y causará que todos, grandes y chicos conozcan al Eterno a tal magnitud que no tendremos necesidad de maestros, porque todos le conoceremos, desde el mayor hasta el menor.
¿Cómo será eso?
Mashiaj nos hará “adquirir la Torah”. Es decir, el conocimiento que Mashiaj tiene de HaShem y de la Torah, nos será traspasado para que cada uno de nosotros sirva a HaShem como un levita.
Cuando esto ocurra, no habrá necesidad de Mashiaj como intermediario, porque el Padre mismo nos ama y tendremos acceso directo a Hashem así que concluida su obra, como nos ha enseñado Rav Shaul, Mashiaj entregará el Reino al Eterno, para que Hashem sea todo en todos (1 Cor. 15:22ss).
Para que esto ocurra, tenemos que aprender el secreto de “Adquisición de la Santidad de Mashiaj”.
La santidad de Mashiaj puede ser “transferida” sin sufrir daño a cada hijo de Israel para que seamos elevados al nivel de santidad de la posición del Cohen Hagadol. Así como el Eterno causó que el espíritu de Moshé fuese dado e impartido a los 70 ancianos para capacitarlos en su rol como jueces de Israel, así HaShem puede tomar el espíritu de Mashiaj y transferirlo a cada judío para que la chispa de Mashiaj, la imagen de Mashiaj que está dentro de nuestras almas, sea despertada y transformada en un fuego sagrado que nos traiga finalmente la redención prometida.
El mes de Elul es un mes excelente para enfatizar estas grandes verdades mesiánicas.
Como sabemos, cada mes de nuestro anuario bíblico está asociado ciertos conceptos claves que tiene que ver con la redención final. El concepto asociado con Elul, que es el mes de énfasis en la importancia de hacer teshuváh, arrepentimiento, tiene su concepto clave. Se le conoce como "nitzajón” – Victoria.
Cada uno de nosotros enfrenta una seria batalla por mantenernos en santidad delante de HaShem y de los hombres. Cada uno de nosotros libra su propia batalla en sus propias circunstancias para vencer la mala inclinación, el hombre viejo, el hombre de pecado que está escondido en nuestros miembros.
Mashiaj vino para darnos Victoria sobre nuestra mala inclinación. La muerte de Mashiaj ben Yosef significó la muerte legal de la mala inclinación de manera que ya no sirvamos más al pecado, sino a la justicia. Rav Shaul decía:
“No reine pues el pecado en vuestro cuerpo mortal de modo que le obedezcáis en sus concupiscencias, sino presentaos vosotros mismos al Eterno como vivos de entre los muertos...”
¿Quién es el muerto aquí? La mala inclinación, nuestro hombre viejo. ¿Quién es el vivo aquí? El hombre diseñado por el Eterno para cada uno de nosotros, en santidad y en justicia, como un levita que sirve a Hashem fuera de su calendario, con un corazón para el Eterno que va más allá de lo que se le pide para temerle y hacer Su voluntad.
Elul es un mes de NITZAJÓN, de victoria para cada uno de nosotros si aprendemos a transferir la santidad de Mashiaj a nuestras vidas. Solamente así se cumplirá el deseo original de nuestro Padre Celestial: que le seamos “un Reino de sacerdotes y gente santa”. Para entonces, no solamente los cohanim serán los únicos que tendrán acceso al Lugar Santísimo, sino que todos seremos elevados, por Mashiaj, al nivel de santidad de la posición dada al Cohen Hagadol para que entendamos lo que fue escrito:
“Al que nos hizo reyes y sacerdotes para Eloah su Padre”. (Rev.1:6)
Entonces, como nos enseñó Mashiaj, toda la gloria pertenece a Aquél que me envió, es decir, al Padre.
“No he venido a buscar mi propia gloria, sino la gloria del que me envió, el Padre”.
Es mi más sincera oración que este mes de Elul que recién comenzamos, sea un tiempo donde cada uno de nosotros experimente una elevación de santidad en su vida, una elevación de servicio a nuestro Padre en los cielos y una promoción de autoridad y responsabilidad en el Maljut, por amor a Hashem y por amor a Mashiaj. Pueda tu servicio al Eterno a este nivel de santidad y compromiso, causar que Mashiaj nos sea enviado pronto y en nuestros días.
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