Descubre cómo Yom Kipur puede ser una fuente de esperanza y renovación espiritual en medio de tus ocupaciones diarias
Iom Kipur, el día más sagrado del calendario bíblico, es una oportunidad para conectarnos profundamente con HaShem. Pero, ¿Qué significa este día para ti, mujer de fe, que a menudo te sientes abrumada por las tareas diarias? ¿Cómo puedes encontrar tiempo para el perdón y la reflexión en medio de tus responsabilidades como esposa, madre, trabajadora o emprendedora?
Iom Kipur no es solo un día de ayuno, sino un momento para renovarte espiritualmente. Es un tiempo para dejar atrás los errores del pasado, liberar el peso de la culpa y sentir el abrazo del perdón celestial.
Dijo nuestro Maestro Yeshua, dijo Matiyahu/Mateo 6:26, y está escrito en el Código Real:
Mirad atentamente a las aves del cielo, que ni siembran ni cosechan ni guardan el grano en graneros y sin embargo, vuestro Padre que está en los cielos las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros, por mucho que se afane, podrá añadir a su alma una hora más de vida.
A veces sentimos que nuestras vidas están tan llenas que no podemos hacer espacio para Di-s, a veces sentimos que no valemos y sentimos tristeza, pero la opinión de HaShem sobre ti, sobre tu alma es muy valiosa, Iom Kipur, es una cita con ese Padre Celestial que nos valora mucho, y nos invita a pausar, respirar y recordar que siempre podemos empezar de nuevo.
Reflexionando desde lo cotidiano
Imagina este día como un momento en el que puedes cerrar los ojos, aunque sea solo por unos minutos, y permitir que la luz de HaShem llene tu corazón. Incluso si no puedes pasar horas en oración o estudio, Di-s conoce tus intenciones de acercarte a él. Cada pequeño esfuerzo, cada palabra de Teshuvah (arrepentimiento), es valorada en el cielo. No importa cuán ocupada estés, puedes tomarte un momento para agradecer, reflexionar y pedir dirección al Cielo sobre este nuevo año, nuevo ciclo que estas por vivir.
Una historia hermosa que quizás te inspire es la de Rivka, una mujer sencilla que, entre la crianza de sus hijos y las exigencias del trabajo, siempre encontraba un momento de silencio en Iom Kipur (que aunque no había sido entregada la Torah en el Sinaí, ya la esencia espiritual del día de Kipur, que es la Teshuvah y la conexión con Di-s existía desde ese momento). Ella se decía a sí misma: "Este día es para mí. Un día para decirle a HaShem que, aunque me equivoqué, quiero ser mejor y quiero estar apegada a él". Sus oraciones no eran largas, pero eran sinceras y dichas desde lo profundo de su corazón. Y con el tiempo, esa pequeña pausa espiritual se convirtió en su refugio de Emunah, donde renovaba su espíritu.
El valor de tus oraciones
Tus palabras y tus pensamientos, aunque breves, pueden tener un impacto profundo. Iom Kipur nos recuerda que no es la cantidad de tiempo que dedicamos a Di-s lo que importa, sino la calidad de ese momento. Es por esto que en Iom kipur no tenemos distracciones laborales, escolares o de otro índole, esto es con la finalidad que tengamos tiempo de calidad con Di-s. Recuerda que HaShem está esperando escuchar tu voz. Él entiende tus luchas y está dispuesto a renovar tu alma.
Así que este Iom Kipur, mujer de Emunah, no te sientas culpable por los errores del pasado. En lugar de eso, abraza este día como un regalo. Un regalo para ti, para tu corazón, para tu alma. No importa cual sea tu condición, siempre hay un lugar en el corazón de Di-s para ti. Y en medio de la rutina, los errores y las responsabilidades, puedes encontrar el perdón y la renovación que tanto anhelas.
Recuerda las palabras que el Mashiaj trae para ti en Hilel/Lucas 15:3, y está escrito en el Código Real:
Entonces el Rábi, sobre este asunto, les propuso una parábola, diciendo: ¿Qué hombre de vosotros que tiene cien ovejas, si pierde una de ellas no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la que se ha perdido, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, se llena de simjá y la pone así sobre sus hombros, y regresando a la casa, convoca a sus amigos y vecinos diciéndoles: ¡Gócense conmigo porque encontré a mi oveja perdida! Os digo que así habrá más simjá en el cielo por uno que viviendo lejos de la Torah, se vuelve al Eterno de sus malos caminos, que por noventa y nueve tzadikim que no tienen necesidad de hacer teshuvah.
Un llamado a la esperanza
Iom Kipur es más que un día de sacrificio. Es un día de esperanza, de comenzar de nuevo, de liberarte de las cargas que te pesan. No importa cuántas veces hayas caído o te hayas sentido insuficiente. Hoy es el día en el que puedes levantarte, sacudirte el polvo y caminar hacia una nueva oportunidad, más ligera, más conectada, más en paz. Este es tu día, mujer virtuosa. HaShem te lo ha entregado y deja que la luz de Iom Kipur ilumine tu vida.
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