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Foto del escritorRab Dan ben Avraham

Guía de la Festividad de Januca

El mes de Kislev es el mes de los milagros. Es un mes muy especial donde los milagros de HaShem son manifestados en su máximo esplendor.


En este mes conmemoramos la fiesta de Janucá, fiesta de la dedicación, fiesta de las luces o fiesta de las luminarias. Estos son los tres nombres por los cuales son llamados esta festividad de Janucá, una fiesta que no está ordenada en levítico 23, como las fiestas (Shabuot, sukot, yom teruah, yom kipur) ordenadas por el Eterno. Esta festividad de Janucá es una fiesta ordenada por los Rabanim, y ha sido celebrada por el pueblo de Israel desde entonces.


Janucá empieza el 25 del mes hebreo de Kislev y dura 8 días. En esta fiesta se conmemora la victoria de Yehudá el Macabeo, y sus seguidores sobre las fuerzas del tirano greco-sirio Antíoco Epifanes, quien se consideraba a sí mismo, una encarnación de los dioses, un costumbre muy generalizada en el paganismo.

Luego de la victoria, vino la rededicación del Templo de Jerusalén que los greco-sirios habían profanado. En Janucá, los judíos aclamamos algo más que una simple victoria militar sobre un poder exterior que intentó aniquilar el judaísmo.


La amenaza para el judaísmo era tanto interna como externa. La asimilación a la cultura helenística era tan grande que ciertos elementos en la sociedad judía intentaron asimilarse completamente, es decir, buscar ser aceptados como ciudadanos griegos y participar en la cultura griega a expensas de nuestra propia fe y cultura judías.


La resistencia de los Macabeos y sus aliados a los intentos forzados de asimilación preservaron el judaísmo. La historia de Janucá es la eterna lucha del pueblo por seguir siendo judíos en un mundo no-judío y antijudío.

Para celebrar su victoria y la rededicación del Templo, los Macabeos proclamaron una fiesta de ocho días que debía ser observado cada año.


De acuerdo a la tradición que hemos recibido, cuando Asmoneos conquistaron el Templo y lo santificaron, sólo les fue posible encontrar una sola jarra de aceite que aún tuviera el sello del Gran Sacerdote.


Esta jarra contenía la cantidad de aceite suficiente para mantener encendida la menorá (lámpara sagrada) durante un sólo día.


Pero, ocurrió un milagro, y el aceite que había en esa jarrita ardió durante ocho días.


La novena noche, con la menorá completamente encendida, se ha convertido en un símbolo tanto de nuestra resistencia física, como nuestra resistencia espiritual a la tiranía y a la asimilación.


La tradición judía ha preservado este doble aspecto de la resistencia. El heroico triunfo macabeo está sopesado por las palabras del profeta Zacarías: “No por mi fuerza, ni por mi poder, sino por mi Espíritu -dice el Señor- (4,6).


Para los judíos, es una mitzvah observar Janucá durante los

ocho días que dura la fiesta.


La regla es como sigue: “Empezando con el 25 de Kislev, durante los ocho días siguientes no se hará ni duelo ni ayuno”.


¿Y qué del Benei Noaj/Abraham?


Habiendo sido hechos partícipes de la rica savia del olivo natural donde ahora se encuentran injertados, ellos pueden también compartir con el pueblo judío esta gran fiesta. Se puede hacer de la siguiente manera:

  1. Contando la historia de Janucá y destacando su importancia en términos de lucha contra la asimilación y las fuerzas que intentan en cada generación, robarnos nuestra fe en HaShem y Sus mandamientos.

  2. Enviando felicitaciones a la comunidad judía por tan grande momento. Esto puede hacerse por medio de cartas, tarjetas o algún regalo.

  3. Comidas especiales: Es una costumbre comer diariamente, durante Janucá, alimentos cocinados en aceite de oliva. Se deben preparar diariamente, platos especiales para añadir un elemento festivo a la conmemoración.

  4. Juegos: La fiesta de Janucá siempre ha estado relacionada con los juegos. El juego más popular es el Dreidel (o Sevivón). Se trata de un trompo de cuatro caras con las letras nun, guimel, He y Shin inscritas en cada una en cada una de las caras. Estas letras se han identificado popularmente con la frase Nes Gadol Hayá Sham Un gran milagro ocurrió allá. Los Benei Noaj pueden usarlo en sus juegos con sus hijos para instruirles acerca del significado histórico y espiritual de la fiesta.

  5. Regalos: Mucha gente intercambia regalos durante Janucá o da pequeñas cantidades de dinero a los niños. Estas prácticas forman parte de la belleza especial para los niños de una época que se ha convertido, en el común de nuestra sociedad, en un momento universal de regalar.

Aunque esta práctica puede añadir alegría a la fiesta, no debe darse un gran énfasis al hecho de intercambiar regalos. Cuando damos dinero a los niños, debemos animarlos a que lo utilicen para hacer buen uso del mismo, por ejemplo, compartiendo con niños de menos recursos.


Cada día de la fiesta, debe darse un regalo a los niños que incrementan su valor en la medida que pasan los días hasta el regalo mayor el octavo día.


En cualquier caso, es importante remarcar el mensaje real de Janucá, la lucha del pueblo judío por no perder su identidad en un mundo no-judío y antijudío.

  1. Conferencias: Es una magnifica ocasión para dar conferencias sobre el Antisemitismo. Cada Benei Noaj/Abraham debe considerarse a sí mismo un embajador por la paz de Jerusalén.

  2. Encendido de las velas de la Januquiá: Los Benei Noaj/Benei Abraham pueden encender la monorah de 9 velas en Januká, aunque las bendiciones que se dicen para su encendido difieren, como es lógico, de las que diría un yehudí.


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